Editorial

YO ACUSO

Artículo editorial publicado en 217 acerca de los que sucedía y sucederá en Jesús María.

Este artículo fue escrito en 2017 cuando comenzaba el Festival de Jesús María para mi cuenta de Facebook.
Fue leída en la Fan Page (que me quitó Facebook), casi 30.000 personas, y debemos sumar las otras redes.
Parece una premonición.

por Raúl Oscar Finucci

Ha pasado la segunda noche del Festival de Doma (así dicen en el Norte) y Cambalache; y ese podría ser un buen nombre para la próxima edición: “Festival de Doma y Cambalache”; 10 noches de color, coraje, enchufe y rock berreta. Agregando, claro, que la última noche, la del lunes, ensucia,salpica y vulgariza, todo el esfuerzo de los pocos músicos coherentes, tropilleros, jinetes y demás participantes.

Yo se,porque conozco a más de un ex presidente de la Comisión, que las intenciones son las mejores, es decir; dar a 10 escuelas de Jesús María y Colonia Caroya (ruta de por medio), lo mejor posible para los chicos, y me consta, porque hemos visitado algunas.

Pero nunca “el fin justifica los medios”, ni siquiera en esta cruzada por la educación, porque las comodidades y posibilidades que pueden dar a los niños, estas recaudaciones provenientes del cachivache musical en que se ha transformado el escenario, se ve deteriorada por las vulgaridades del mismo.

Los chicos tienen que aprender que el Festival es de la doma, el coraje y la música nuestra, porque así lo amarán con sentido criollo y respetando valores. La mugre cumbianchera, las manifestaciones estúpidas y los solos de guitarra eléctrica o batería en medio de un ámbito donde están el caballo, las pilchas y el jinete, ofende a todo el que siente la tradición como respuesta a muchos de los males que nos aquejan.

Por eso YO ACUSO, a la manera del famoso “J'accuse…! “, pronunciado por Émile Zola en su alegato en favor de la justicia, a las sucesivas comisiones del Festival, por el deterioro causado en el escenario.

Antes la excusa era que el Chaqueño Palavecino metía 32.000 personas; después Los Nocheros; al tiempo, Jorge Rojas. Pero en los últimos dos festivales, Los Manseros Santiagueños (falleció uno en 2016) fueron los que más gente convocaron (22.000 contra 13.000). Como dice un cantito del fútbol “la mentira se acabó”.

¡Vuelvan al folklore! Porque así comenzó todo, al igual que Cosquín, otro escenario que avergonzaría a Atahualpa Yupanqui o al “Turco” Cafrune.

YO ACUSO a esta Comisión Directiva por falsear los valores de la argentinidad.

Por suerte están aún los payadores (Nico Membriani, Carlitos Marchesini, Néstor Ramello y otros), por suerte Mario Escurdia y Daniel Fassi.

Por suerte, aún no se han animado con la jineteada. Por suerte queda ese pulmón en el campo del predio. Por suerte los jinetes, por suerte las pilchas.

Pero sabemos que hay quienes quieren prohibir la jineteada, y hay débiles, en la política y en las bancas, que ceden, con el afán de favorecer a las minorías en detrimento de la voluntad de las mayorías. Tal vez pronto nos prohíban ensillar para dar un paseo.

Mal entendida la democracia por estos demagogos.

YO ACUSO a todo aquel que destroce nuestros valores, nuestra cultura vernácula y nuestra educación.

Anoche fue penoso lo de Mario Alvarez Quiroga (además de gritar todo el tiempo), regaló su historia en pos de darle escenario a su hijo rockero y el tema de las “corbatas” fue de un patetismo infantil.

No menos espantoso fueron algunas palabras de la locutora, quien en un momento dijo, refiriéndose al escenario: ” en este recinto argento”, utilizando ese, para mí despectivo vocablo que no es mas que un gentilicio desagradable que no figura en ningún diccionario serio.

Orellana-Lucca fue un dúo acompañado por grupo musical moderno, que pasó sin pena ni gloria. No voy a decir nada más,porque tienen derecho a desarrollar su carrera.

Lo último que vi antes de apagar la televisión, fue al Dúo Coplanacu, que si bien utilizan algo enchufado, son auténticos, y sobre todo, buenos en lo que hacen.

Me gustó mucho ver bailar a Nico con Johana y a Carlitos con su hija, al ritmo de los Copla. Ambos siempre con una sonrisa dibujada en su cara.

Eso, como dije, fue lo último que vi…click…

 

 

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